Inauguración de la exposición: Edificaciones de la Compañía de Jesús en México, en el Bosque de Chapultepec

Inauguración de la exposición: Edificaciones de la Compañía de Jesús en México, en el Bosque de Chapultepec

Hoy, el P. Luis Gerardo Moro Madrid, Provincial de la Compañía de Jesús en México, presidió la inauguración de la exposición, junto al P. Luis Arriaga Valenzuela, Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, en el marco de la celebración de 450 años de la llegada de los jesuitas a México y el 80 aniversario de la Universidad Iberoamericana.

El P. Provincial sostuvo que «Las obras no solo representan el arte de la compañía de Jesús, también son un reflejo de todo lo que hacemos los jesuitas y es para servir a la edificación de las personas, de los pueblos y del Reino de Dios. »

La exposición de fotografías y documentos abarcan cinco siglos de historia, identidad, educación y cultura en nuestro país; desde el año 1572 que llegan los primeros jesuitas a la Nueva España, con mapas de México de Francisco Xavier Clavigero, hasta el momento actual.

Al evento asistieron:

  • Lic. Uriel Dueñas, en representación de la Dirección Gestión del Bosque de Chapultepec.
  • Mtra. Teresa Matabuena Peláez, Directora de la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero de la Ibero CDMX.
  • Lic. Luis Uriel Dueñas Gama, en representación de la Dirección Gestión del Bosque de Chapultepec.

 

Visita la exposición en:
🌳Galería Abierta, Rejas del Lago del Bosque de Chapultepec, frente al Museo de Antropología.

📅 Del 24 de abril al 28 de mayo

Solemnidad de San José, 9º mes de Cerocahui

Solemnidad de San José, 9º mes de Cerocahui

Como bien dijo el Papa Francisco, en su catequesis del 17 de noviembre de 2021: “Nunca antes como hoy, en este tiempo marcado por una crisis global con diferentes componentes, (San José) puede servirnos de apoyo, consuelo y guía”.

Escuchar que vivimos en un momento de crisis no es una sorpresa. En nuestro México que tanto amamos pasamos por un tiempo de mucha dificultad, de mucho dolor en las familias, los pueblos y comunidades por la exacerbada violencia generalizada, que provoca profundos miedos y el rompimiento del tejido social, que se refleja con la violencia sin razón entre jóvenes, como los recientes casos de bullying que tanto nos han consternado como sociedad, aunado a la polarización sociopolítica actual. Y ante esta realidad, es necesario hacer presente la invitación que tantas veces nos han hecho varios Pontífice en los últimos siglos y muchos santos a lo largo de la historia: mirar la figura de San José como intercesor y como inspirador de vida.

Los evangelios dicen poco del Sr. San José y no ofrecen una sola palabra suya, sin embargo, su silencio es elocuente porque hace sin decirlo, asume su responsabilidad no como protagonista sino como un colaborador en el Plan de Salvación que Dios tiene para su Pueblo. Con esto no podemos menos sino reconocer que San José aceptó la invitación que Dios le hacía de servirse de él, aceptó que Dios tomara la rienda de su vida y le diera dirección y sentido, según su ritmo y su realidad. Así nosotros, si queremos que Dios haga fecunda nuestra vida hemos de permitirle tomar las riendas, que dé rumbo y sentido, que gobierne nuestras vidas.

San José como intercesor

 

La Iglesia, siguiendo una tradición muy antigua, ha tenido a San José como intercesor, como apoyo y consuelo. Esto se debe a que los evangelios de Lucas y Mateo muestran cómo estuvo disponible y presto para ayudar y actuar en favor del Plan de Salvación ofrecido por Dios. A través de su vida silenciosa y obediente sirvió a la obra de Dios en Jesús, es decir, colaboró con Dios para que Él obrara. Fue de gran ayuda para que Jesús buscara en su interior su identidad de Hijo, sus capacidades, sus habilidades, que descubriera lo que era y lo que llegaría a ser.

En este sentido, podemos decir que San José, también, supo consolar a María, la Madre de Jesús, es decir, desde el momento de aceptarla en su condición de embarazada le dio descanso en su posible angustia frente a su situación. Los evangelios lo muestran haciendo lo posible para que la situación desfavorable (viaje a Belén para el empadronamiento, huida a Egipto, regreso a Nazaret) fuese menos dura y más llevadera. En el momento en que Jesús se les pierde la calma y da aliento. Al mismo Jesús no le recrimina, se hace descanso con su silencio.

Este apoyo y consuelo, ha sido experimentado por muchas personas y pueblos que han tomado a San José como Patrono, tal es el caso de Santa Teresa de Jesús que nos dice que lo tomó como abogado ante su enfermedad y que su intercesión ayudó a que pudiera caminar de nuevo. Además, persuade a cuantos puede de que sean devotos de San José, basada en la “experiencia que tengo de los bienes que alcanza de Dios”, como nos dice.

Por eso, hoy, que pasamos tiempos difíciles, de tensión y de prueba, “cuando -como dijo en su momento el Papa León XIII- parece en los hechos que toda ausencia de ley es permitida a los poderes de la oscuridad”, hemos de invocar a San José para pedir su intercesión ante el Hijo, pues como hemos experimentado, los remedios humanos son insuficientes[1].

  

San José como inspirador de vida.

 

Dada la crisis que vivimos en este momento en nuestro país, vemos con urgencia la necesidad de un liderazgo al modo de San José. Los evangelios, nos muestran de qué manera San José acompañó a Jesús, cómo lo fue conduciendo en la experiencia de la vida, en la realidad. Lo fue conduciendo y acompañando en la vida de fe, en la comunidad, en el trabajo, lo fue ayudando a sacar lo mejor de sí mismo.

Aun en los momentos difíciles vividos por la familia, Jesús pudo mirar cómo San José acogía la realidad y esperaba -con confianza y paciencia- los avisos de Dios, es decir, cómo se dejaba conducir ante las diferentes realidades por el Espíritu. Aún en los momentos más difíciles, José creía “contra toda esperanza” (Rm 4, 18).

Hoy, necesitamos guías o líderes que sepan acompañar al pueblo en la construcción de un México y un mundo pacífico. Líderes que realmente sientan afecto por el Pueblo, que sean generosos, que se vivan en libertad frente a sí mismos y a sus propios intereses. Necesitamos guías que se sientan responsables de las demás personas, no para retenerlos y manipularlos, sino para hacerlos capaces de ser libres y de elegir.

Necesitamos líderes que no busquen apropiarse de los demás, sino que sepan cultivar lo mejor de los otros, que entreguen, como San José, su vida sin reivindicar sus “esfuerzos”, que sirvan sin protagonismos, que mirando con empatía el sufrimiento de tantas y tantas víctimas de la violencia, sepan reconocer que son parte de la misma crisis. Necesitamos líderes que atiendan, con responsabilidad, las causas culturales y estructurales de la descomposición social. Se requieren líderes que estimulen y valoren sin despreciar y sin criticar a los otros.

Como San José, los líderes de hoy deben saber estar un paso detrás, permaneciendo al lado, presentes, siendo confiables y disponibles, sin asfixiar o ponerse por encima como los únicos que ostentan “la verdad”.

Muchos de nosotros podemos no tener personas a nuestro cargo, sin embargo, también hemos de tener actitudes como las mencionadas con anterioridad, porque en toda relación humana vamos ayudando o estorbando a que la otra u otras personas crezcan o se sientan devaluadas.

Damos gracias a Dios porque en el contexto del noveno mes de los hechos tan dolorosos para la Compañía de Jesús, la Diócesis de la Tarahumara y el pueblo rarámuri, ahora mis hermanos jesuitas y nuestras hermanas religiosas que transitan por el mismo camino del legado de nuestros mártires, ya cuentan con medidas de protección internacionales, las cuales deseamos permeen en toda la Sierra Tarahumara. Seguiremos haciendo oración mes con mes para que así sea.

Pidamos para que San José, en estos momentos de crisis que vivimos, interceda por nosotros, para que la sangre de nuestros hermanos jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, así como la de tantas y tantas personas más, sea semillas de paz en la Sierra Tarahumara y en todo México; y que, como San José, permitamos a Dios tomar las riendas y gobierne nuestras vidas, que les dé rumbo y sentido, para que surja en cada una y en cada uno de nosotros un compromiso firme y una esperanza fincada en que Dios todo lo puede, para que seamos cause de unidad y de reconstrucción de las relaciones que permitan construir un México seguro y pacífico.


[1] Carta Encíclica Quamquam Pluries, del 15 de agosto de 1889.

Cuaresma y Pascua en El Camino del Corazón

Cuaresma y Pascua en El Camino del Corazón

La batalla central del corazón

Click To Pray te acompaña a rezar en el tiempo fuerte de Cuaresma y Pascua con uno de los ejes de El Camino del Corazón: “el arte del discernimiento” que se cultiva sobre la base de la oración y la relectura de la propia vida para descubrir de qué manera el Señor nos habla y se hace presente en ella.

 “El discernimiento es un acto importante que concierne a todos, porque las elecciones son una parte esencial de la vida. Discernir las decisiones. Uno elige la comida, la ropa, un curso de estudio, un trabajo, una relación. En todos ellos se realiza un proyecto de vida, y también se concreta nuestra relación con Dios” nos dice el Papa Francisco.

La relación personal con Jesucristo se funda en la oración y en el discernimiento, conociéndolo en el Evangelio y reconociéndolo en nuestra realidad. Sólo entrando en el propio corazón para reconocer los movimientos interiores, podremos reconocer la voz del Señor en nuestro día a día.

Por eso, desde el miércoles de Cenizas hasta el domingo de Pentecostés Click To Pray te propone entrar en profundidad en este arte de discernir, tomando como base las catequesis del Papa sobre este tema y el Evangelio del día.

Aprovecha la oportunidad para entrar en profundidad y entrenarte en el arte de discernir para reconocer al Señor y decidirte por la Vida que Él te ofrece en todas las circunstancias de la vida. La amistad con el Señor se juega en la calidad de las respuestas que le des en tu diario vivir, por eso aprender a discernir te ayudará a cultivar un corazón atento al Señor.

Encuentra estos contenidos en la Escuela de Oración. 

Palabras del P. Arturo Sosa, Superior General, con motivo del fallecimiento del Papa Emérito, Benedicto XVI

Palabras del P. Arturo Sosa, Superior General, con motivo del fallecimiento del Papa Emérito, Benedicto XVI

La Compañía de Jesús se une al sentimiento de dolor de toda la Iglesia por la muerte del Papa Emérito, Benedicto XVI, al mismo tiempo que da gracias a Dios por el don de su persona a la Iglesia y al mundo. Son muchos los motivos que tenemos para recordarlo con hondo afecto y gratitud, no sólo por su servicio a la Iglesia universal como Vicario de Cristo, sino por su reiterada estima hacia nuestra Compañía.

Nos unimos a toda la Iglesia y al Papa Francisco en oración de gratitud al recordar con admiración el testimonio de coherencia personal de Joseph Ratzinger y la profundidad del magisterio de Benedicto XVI. Lo despedimos confiados en que el Señor será grande con él al recibirlo en la morada preparada desde siempre para quienes le entregan su vida con generosidad.

Roma, 31 de diciembre de 2022

Homilía 20 de diciembre de 2022. A seis meses de Cerocahui.

Homilía 20 de diciembre de 2022. A seis meses de Cerocahui.

Dios pone sus ojos en lo pequeño, lo imposible o lo difícil. Ahí envía a sus mensajeros a proclamar una buena noticia, una noticia que abre caminos y posibilidades. Dios es el que enciende una luz en medio de la oscuridad.

El mensajero le dice a María, una mujer pequeña, de los márgenes, “Alégrate, tu vida ha estado llena de gracia, el Señor está contigo”. Un saludo que le asusta, le hace preocupar y le hace pensar. Ante esto el mensajero le dice “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios y darás a luz un hijo que reinará y su reinado no tendrá fin”.

María sigue dudando, le cuesta aceptar el llamado, y ahí el mensajero le dice “el Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, para Dios no hay nada imposible”. Tu vida toda será acompañada por la fuerza de Dios.

Los clamores de nuestro pueblo hacen surgir muchas Marías y muchos mensajeros en nuestra vida, mujeres que se indignan ante la injusticia y el dolor, y en esa indignación sienten el llamado de Dios a dar vida y ser compañeras de Jesús en la construcción de su reino.

En esa pedagogía de Dios el primer paso es reconocer cómo nuestra vida ha estado llena de gracia, cómo en ese dolor aparece la fuerza y el coraje, la resistencia y la compasión. Eso nos ayudará a tener la esperanza de que este Dios siempre estará con nosotros, Él nos acompañará para mostrarnos la palabra y para darnos su consejo y su sabiduría.

Hoy recordamos los seis meses del asesinato de nuestros hermanos Javier y Joaquín, y con este texto sentimos que los mensajeros de Dios nos invitan a reconocer la gracia que ha suscitado su martirio, reconocer la vida y la fuerza que surge de la indignación, la unión y la solidaridad, ahí está la justicia de Dios.

Son dos asesinatos que se unen a tantos más que ocurren diariamente en el país, ahí está la sangre que se convierte en un llamado a construir la paz, la justicia y la seguridad. Pero sabiendo la complejidad de esta realidad, los intereses que se juegan al interior de las instituciones, Dios nos dice “no teman, yo estaré siempre con ustedes, para Dios no hay nada imposible”. Palabras de aliento y confianza.

Por eso hoy decimos en memoria de nuestros hermanos, Dios está haciendo justicia suscitando la indignación y la fuerza para emprender caminos de paz desde lo local, suscitando voluntades para avanzar en la construcción de condiciones de seguridad, y nosotros seguimos pidiendo que este asesinato no quede impune, que se revise el sistema de justicia que favorece esta impunidad, se revise la estrategia de seguridad nacional que favorece el control territorial de los grupos armados y se deje de fomentar el odio y la polarización que alienta la violencia. Para Dios no hay nada imposible.

Celebración de Jubilares 2022

Celebración de Jubilares 2022

El pasado 10 de diciembre la Compañía de Jesús celebró más de 50 años de entrega de los Jesuitas jubilares:

  1. Miguel Buch López Negrete S.J. (50 años de Sacerdocio)
  2. Ricardo Lapuente Aguilar, S.J. (75 años de Compañía)
  3. José Luis Ramón Gómez Gallegos, S.J. (50 años de Sacerdocio)
  4. Carlos Julio Tapia Orozco, S.J. (50 años de Sacerdocio)
  5. Javier Ávila Aguirre, S.J. (60 años de Compañía)
  6. José Martín del Campo Casillas, S.J. (60 años de Compañía)
  7. José Raúl de Jesús Cervera Milán, S.J. (50 años de Compañía)
  8. José Francisco González González S.J. (60 años de Compañía)
  9. Ramón Sevilla Flores, S.J. (60 años de Compañía)
  10. Sebastián Mier Gay, S.J. (60 años de Compañía)
  11. Neftalí Pérez Cedillo, S.J. (50 años de Sacerdocio)

y los hermanos:

  1. Sergio de la Rosa Dávila, S.J. (70 años de Compañía)
  2. Jesús Reséndez Ramírez, S.J. (60 años de Compañía)

Ser jubilar jesuita, en palabras del P. Ricardo Lapuente, S.J.:
“No hay gaviotas en el cielo, solo la voz de un viajero que se escucha allá a lo lejos. Es la voz de un Peregrino, que dice ser el camino y que paciente me espera en casa, como se espera un amigo”.

A la celebración eucarística asistieron familiares y amistades de nuestros jesuitas, presidida por el P. Luis Gerardo Moro Madrid, S.J., Prepósito Provincial de la Compañía de Jesús en México, acompañado del P. José Francisco Méndez Alcaraz, S.J., Socio Provincial; P. Jaime Porras, S.J., Ecónomo; P. Jorge Atilano González Candia, S.J., Delegado de lo Social; P. Hernán Quezada, S.J., Delegado de Formación; los PP. Gerardo Cortés S.J., y Miguel Quintanilla, S.J., acompañaron con los cantos litúrgico, además de otras/os integrantes del equipo de Gobierno que hicieron acto de presencia en esta festividad.

Después de 2 años sin realizar los Jubilares por pandemia de COVID-19, tuvimos un festejo muy fraterno y solemne para agradecer por la vida de cada uno de nuestros hermanos; siempre, prestos al servicio del pueblo de Dios, a la luz del ejemplo de Javier y Joaquín.

¡Muchas felicidades a nuestros jesuitas jubilares 2022!