Los jesuitas y el cuidado de la Casa Común

Abr 22, 2024 | Noticias

Hoy conmemoramos el Día Internacional de la Madre Tierra y para la Compañía de Jesús, cuidar de nuestra «Casa Común» con profundidad evangélica, es la cuarta Preferencia Apostólica Universal.

 

Desde el origen de nuestra espiritualidad, reconocemos la presencia de Dios en el mundo (EE. 235), invitándonos a contemplar y preservar la belleza de la creación como un regalo de Dios. Desde la contemplación, pasamos a la acción. Nuestra espiritualidad nos llama a proteger y cuidar la vida en todas sus formas, reconociendo las amenazas que enfrenta. De esta manera, abrazamos el compromiso ecológico y nos convertimos en guardianes activos de nuestra Casa Común.

 

Así mismo, la encíclica Laudato Si’, del Papa Francisco, nos recuerda que la Tierra es un espacio sagrado y que somos parte de ese tejido vivo y delicado, donde cada acción tiene un impacto en el bienestar de toda la comunidad planetaria. Por lo tanto, el cuidado de la «Casa Común» implica una responsabilidad ética y moral hacia el medio ambiente, que va más allá de nuestros intereses individuales o a corto plazo, es decir, nos invita a priorizar la justicia socioambiental en todo lo que hacemos, lo que consumimos y lo que desechamos.

 

Recientemente, la Compañía de Jesús en México realizó el II Encuentro de Ecología Integral con el objetivo de afinar el diagnóstico actual de la situación de las obras y sus espacios geográficos, así como de evaluar posibles rutas estratégicas en el cuidado, vinculación y realización de proyectos sustentables.

 

Concretamente, la Compañía de Jesús acompaña a las comunidades indígenas tseltales, otomíes y rarámuri en la defensa del agua, de los bosques, de la tierra y del territorio, a través de la Radio Huayacocotla, Radio Achlequilc’op, la Clínica Jurídica para la Justicia Ambiental “Berta Cáceres” de la Ibero Ciudad de México, la Clínica Jurídica “Minerva Calderón” de la Ibero Puebla, así como de diversas obras jesuitas sociales, educativas y pastorales desde donde se han trazado estrategias de lucha por la vida.

“¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan? ¿Para qué pasamos por este mundo? ¿para qué vinimos a esta vida? ¿para qué trabajamos y luchamos? ¿para qué nos necesita esta tierra?  Lo que está en juego es nuestra propia dignidad. Somos nosotros los primeros interesados en dejar un planeta habitable para la humanidad que nos sucederá” (Laudato Si’, n160). El cuidado de la Casa Común es una tarea urgente y colectiva, urge respetar y proteger para las generaciones presentes y futuras.

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