Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Día 5

Ene 17, 2025 | Noticias

El Espíritu Santo, dador de vida y alegría

 

Lecturas de las Escrituras

Ezequiel 36,24-28

Salmo 104,24-25.27-29.33-34

Juan 3,4-8

Lectura Patrística

De la tradición siríaca

No es correcto decir que el Espíritu desaparece cuando pecamos y que retorna cuando nos convertimos … ¿De qué sirve que él me habite después de haber llegado a ser justo? Si en el momento de la caída no habita en mí, no me da una mano y no me levanta, ¿cómo sentiré su ayuda? ¿Qué médico, cuando ve a un enfermo que padece, lo deja y lo abandona, para ir a verlo cuando esté sano? ¿No es más útil que el médico esté con el paciente en el momento de su enfermedad?

Filoxeno de Mabbug [c. 440-523], Sobre la morada del Espíritu Santo

Para reflexionar

1. El Espíritu de Dios renueva la faz de la tierra todos los días, nos llama a cooperar con él.

2. ¿Cuáles son las fuentes de alegría que hay en tu vida y cómo se relacionan con el Espíritu Santo?

3. Dónde vemos al Espíritu Santo obrando, superando nuestras divisiones y llevándonos a una unidad más profunda, y cómo podemos unirnos a esta obra?

Oración

℟ ¡Amén, amén! ¡Aleluya!

Tú eres el Espíritu insuflado sobre el rostro de Adán

que transforma la carne en un ser vivo. ℟

Tú eres el Espíritu dado por el Resucitado:

nuestros pecados han sido perdonados. ℟

Tú eres el Espíritu enviado en Pentecostés:

abriste el camino para que el Evangelio llegara a todos los hombres.

Tú eres el Espíritu que alienta nuestra oración:

somos sostenidos por el amor de Dios.

Tú eres el Espíritu de Dios derramado sobre los muertos:

los sepulcros se abrirán y los muertos resucitarán. ℟

Oremos:

Dios, Padre nuestro,

tú nos has revelado el maravilloso misterio de tu vida,

enviando a tu Hijo al mundo

y compartiendo con nosotros tu Espíritu de santidad y alegría.

Alegrémonos en el Espíritu,

que renueva la faz de la tierra y nos guía hacia la unidad.

Confesamos nuestra fe en ti,

el Único Dios, tres veces Santo

Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Bendito eres, ahora y por los siglos de los siglos. AMÉN.

Lecturas patrísticas alternativas

De la tradición griega

Este es mi Dios, el Señor de todas las cosas, el único que extendió los cielos y estableció la amplitud de cuando hay ellos, … el que fundó la tierra sobre las aguas y dio su espíritu para alimentarla; cuyo soplo ilumina todo, quien, si retuviera su aliento, todo desfallecería. Por él, oh hombre, hablas. Su aliento te hace respirar, aunque no sepas cómo.

Teófilo de Antioquía [siglo II], Ad Autolycus, I,7

De la tradición latina

«¡Cuánto más dará vuestro Padre celestial el Espíritu bueno a los que se lo piden!». Este es aquel Espíritu por el que se difunde la caridad en nuestros corazones para que, amando a Dios y al prójimo, cumplamos los mandamientos divinos. Este es aquel Espíritu en el que clamamos: ¡Abba, Pater!, y por lo mismo, él nos hace pedir a quien deseamos recibir, él nos hace buscar al que deseamos encontrar.

Agustín de Hipona [354-430], Enarraciones sobre los Salmos. Salmo 118, 114, 2

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