—Ernesto Martínez Oliva*
El pasado 23 y 24 de enero del presente año 2025, participé en el Encuentro de la Dimensión Social de la Compañía de Jesús, en la Ciudad de México, Centro Miguel Agustín Pro; invitado por el padre Juan Pablo Gil, de la Parroquia San José y Nuestra Señora de los Remedios, a la cual pertenezco.
Ahí pude constatar que los participantes, en un buen número, venían de proyectos populares que los relaciona directamente con las realidades que en estos precisos momentos están viviendo las comunidades indígenas-campesinas, los migrantes, los jóvenes, las mujeres, los enfermos y el medio ambiente.
El análisis de realidad presentado el primer día, y el de cada región en concreto, fue la pauta para entender que es necesario continuar buscando caminos de organización y vinculación entre los distintos proyectos sociales, pastorales y educativos que promueven y acompañan jesuitas o laicos comprometidos con el evangelio y la justicia.
Encontrarme con el padre Alfredo Zepeda, con Pepe Avilés, con Tino, de Arena, Chiapas, con Santiago, del Centro Prodh, con Jorge Rocha, del ITESO, con el padre Sebastián Mier, el padre Eduardo Anaya, de Plátano y Cacao; con compañeros de la Tarahumara, de Tatahuicapan, de Torreón, entre otros y otras, me hizo recordar a muchos jesuitas de los años 70 – 80, comprometidos con el pueblo creyente. El contar con la presencia del provincial de la Compañía de Jesús, me llena de esperanza y ánimo de que todos los ahí presentes tenemos un mismo objetivo: luchar por la justicia y por los derechos humanos de los más vulnerables, hombres y mujeres de nuestro México. Que tenemos que dar desde la Iglesia de los pobres una respuesta colectiva frente a la situación de violencia y discriminación que se vive. Luchar por el reino de paz y justicia al que todas y todos estamos llamados. Mi experiencia es que fue de mucho fruto y esperanza el encuentro.
*Laico. Miembro Fundador de CODEHUTAB, A.C. Colaborador en la Parroquia San José y Nuestra Señora de los Remedios, Plátano y Cacao, Tabasco.