Hace un año, en febrero de 2016, el Papa Francisco realizó su primer viaje pontificio a México, durante el que hizo un llamado de atención a obispos, apeló a la responsabilidad de los gobernantes, pidió perdón a los indígenas, visitó a presos y les dio un mensaje de esperanza a los jóvenes.
Se encargó de visibilizar algunas de las tragedias que aquejan a México, de poner en primera fila a quienes más sufren por la situación del país y de llamar la atención de quienes tienen la responsabilidad.
Aquí recordamos algunos de los momentos más memorables de la visita del Papa jesuita a México:
Ante obispos
El sábado 13 de febrero de 2016 el Papa pronunció un discurso en el encuentro con obispos de México en la Catedral Metropolitana.
«No se necesitan príncipes, sino una comunidad de testigos del Señor», fue una de las frases dicha a los obispos que más llamó la atención en la prensa mexicana.
Ad hoc con el reto que entonces representaba la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estadios Unidos, Francisco habló de la importancia de la identidad como nación, «a este pueblo mexicano, le ayudaría mucho un testimonio unificador de la síntesis cristiana y una visión compartida de la identidad y del destino de su gente».
Reunión con jesuitas
En la frontera
Quizá uno de los eventos más esperados, y muy importante para recordar en estos momentos, fue la misa en Ciudad Juárez -seguida a ambos lados de la frontera-, luego de rezar frente al Río Bravo a los pies de una cruz blanca erigida en el lugar que separa México de Estados Unidos.
En el mayor corredor migratorio del mundo, Francisco habló de la «crisis humanitaria» de la migración.
«Son hermanos y hermanas que salen expulsados por la pobreza y la violencia, por el narcotráfico y el crimen organizado. Frente a tantos vacíos legales, se tiende una red que atrapa y destruye siempre a los más pobres», señaló el Papa.
El jefe de la Iglesia católica, quien días atrás había pedido que México sea un país «donde no haya que emigrar para soñar», se despidió citando al poeta Octavio Paz de quien leyó el comienzo de su poema «Hermandad» y dijo:
«La noche nos puede parecer enorme y muy oscura, pero en estos días he podido constatar que en este pueblo existen muchas luces que anuncian esperanza».
«Estamos a tiempo de reaccionar y transformar, convertir lo que nos está destruyendo como pueblo, lo que nos está degradando como humanidad», señaló Francisco.
Francisco en Palacio Nacional
Era el primer discurso de Francisco en México. Y era la primera vez que un Papa era recibido en el Palacio Nacional, sede del Poder Ejecutivo.
Ante la clase gobernante, el jerarca católico no dejó pasar la ocasión para lanzar una crítica indirecta sobre la responsabilidad de los dirigentes en los males del país, un concepto en el que hizo especial hincapié.
La realidad mexicana, dijo, «nos lleva inevitablemente a reflexionar sobre la propia responsabilidad a la hora de construir el México que queremos» y aseguró que un futuro esperanzador se forja cuando la sociedad se empeña en el bien común.
“Cada vez que buscamos el camino del beneficio de unos pocos (…) la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión, la violencia»
En su discurso, Francisco abogó por la construcción de una política «auténticamente humana» y apeló a la responsabilidad de los dirigentes, quienes deben «de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino».
Otro momento emotivo
El perdón a los indígenas
El Papa aprovechó su paso por Chiapas, el estado con mayor población indígena de México y el más pobre, para pedirle perdón a las comunidades indígenas.
“Sus pueblos han sido incomprendidos y excluidos. Qué bien nos haría a todos (…) aprender a decir: ¡Perdón! El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita», señaló el sumo pontífice.
Francisco no sólo celebró una misa acompañado con diáconos indígenas donde se hicieron lecturas en idiomas nativos, sino que decretó oficialmente el uso de lenguas originarias en ceremonias religiosas.
En Michoacán
En su encuentro con los jóvenes en Morelia, Francisco les dijo que ellos representaban la riqueza, la esperanza y la dignidad de México.
En una tierra asediada por la violencia, aconsejó a los jóvenes y los llamó a que no se dejen seducir por el narco: «No se dejen desvalorizar, no se dejen tratar como mercancía».
«Es mentira que la única forma de vivir, de poder ser joven es dejando la vida en manos del narcotráfico o de todos aquellos que lo único que están haciendo es sembrar destrucción y muerte», señaló Francisco.
El Papa pronunció 13 discursos ante cientos de miles de personas durante su visita
(Con información de BBC Mundo)