Buenos días, saludo con aprecio a las personas que nos acompañan en el presídium
- Luis Arriaga Valenzuela, S.J., Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
- María Adriana Jiménez Romero Directora del Tecnológico Universitario del Valle de Chalco.
- Alexander Paul Zatyrka Pacheco, Rector del ITESO.
- Luis Alfonso González Valencia, Rector de la Universidad Iberoamericana León.
- Mario Ernesto Patrón Sánchez, Rector de la Universidad Iberoamericana Puebla.
- Juan Luis Hernández Avendaño, Rector de la Universidad Iberoamericana Torreón.
- Florentino Badial Hernández, Director de la Universidad Iberoamericana Tijuana.
- Edilberto Cardoso Vásquez, Director del Instituto Superior Intercultural Ayuuk
Estimadas personas promotoras y defensoras de derechos humanos, querida comunidad universitaria, amigas y amigos todos.
Me es muy grato estar presente en la inauguración de esta edición número 15 del foro de derechos humanos del Sistema Universitario Jesuita “Tejiendo la esperanza: A 10 años de la Ley General de Víctimas”
Los foros que realiza el Sistema Universitario Jesuita son espacios vivos de reflexión y análisis para identificar y visibilizar situaciones de injusticia con un enfoque interseccional, siendo a su vez una plataforma inclusiva para darle voz a quienes no la tienen, y de esta manera, generar conciencia en la comunidad académica y universitaria, la clase política y la sociedad en general.
Ante los desafíos persistentes en materia de derechos humanos en México, como lo son la violencia, la impunidad, la discriminación y la falta de acceso a la justicia, estos Foros del Sistema Universitaria Jesuita, representan pues una esperanza en medio de la desolación, un esfuerzo colectivo para la promoción, protección y sensibilización de los derechos humanos en México.
Sin duda, este Foro 2023 nos invita, desde su nombre, a una profunda reflexión: ¿qué significa tejer esperanza en un país como el nuestro?, ¿cuánto hemos avanzado en 10 años a partir de la “esperanza” que nos brindó esta ley?
La promulgación de la Ley General de Víctimas (LGV) en 2013, definitivamente fue esperanzadora; se afirmó que “el Estado mexicano está obligado a desarrollar una política nacional en beneficio de las víctimas de delitos y de violaciones a los derechos humanos, que además les ofrezca garantías de reparación, no repetición y acceso a la verdad y a la justicia” (Ley General de Víctimas | Presidencia de la República EPN | Gobierno | gob.mx (www.gob.mx)
Con esta Ley, se estableció un amplio catálogo de derechos reconocidos a las víctimas, y se incorporan medidas para restablecer el ejercicio pleno de sus derechos. En particular, la Ley les reconoce el derecho a recibir ayuda, asistencia y una reparación integral, por parte del Estado.
Sustentada en valores universales como el respeto y verdad, esta iniciativa reconoce el derecho a que toda persona sea tratada con humanidad, dignidad, justicia, así como el derecho a ser informados y el derecho a la satisfacción, que incluye, entre otras medidas, la búsqueda de personas desaparecidas y el derecho a la protección del Estado.
La Ley General de Víctimas, nos ofreció la esperanza de que en México se daba un paso importante hacia la Sociedad de Derechos que queremos construir, de un nuevo paradigma en la protección de los derechos humanos de las víctimas.
A 10 años de su promulgación, queda claro que aún nos falta un buen trecho por recorrer para que los derechos reconocidos en esta legislación y en los tratados internacionales de los que México es parte, sean plenamente efectivos. A 10 años de su promulgación, también nos hace preguntar y cuestionar si las medidas e instancias contempladas en la Ley tales como el Sistema Nacional de Víctimas, la Comisión Ejecutiva de Atención a las Víctimas, la Asesoría Jurídica Federal de Atención a Víctimas y el Registro Nacional de Víctimas, han cumplido a cabalidad con el mandato para el cual fueron creadas.
Durante este foro abordaremos algunos de los desafíos que hoy por hoy nos interpelan, porque estamos conscientes que, a pesar del esfuerzo por mejorar el sistema de atención a víctimas, no ha sido suficiente para garantizar el derecho de éstas a la justicia, la verdad y una reparación integral.
Sin lugar a duda, la reflexión colectiva de estudiantes, personas defensoras de derechos humanos y sociedad civil dará fruto a propuestas que encaminarán la agenda pública hacia la cristalización del “futuro esperanzador” que se contempla en las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús. De manera que las palabras de Martin Luther King, quien solo podía soñar con la libertad, con la justicia, y con la igualdad, dejen de ser un sueño y se conviertan en una realidad.
Agradezco al Tecnológico Universitario del Valle de Chalco ser la sede para este espacio de reflexión y desarrollo de propuestas de acción e incidencia.
Muchas gracias.
—Mtra. Lorena Giacomán Arratia
Asistente de Educación de la Provincia Mexicana de la Compañía.
