David vs. Goliat. Extractivismo y organización comunitaria en la sierra norte de Veracruz (México)

Ago 4, 2023 | Noticias

—Raúl Cervera, S. J.

Con aportaciones del equipo “Sierra Norte de Veracruz”

 

Introducción: la minería en México y el proyecto Sierra Norte de Veracruz

Desde hace 40 años las compañías que explotan minerales metálicos han ido aumentando exponencialmente sus actividades en México. Este incremento se explica por el hecho de que los precios de estos recursos han escalado en todo el mundo. En su mayoría se trata de empresas extranjeras: más de la mitad provienen de Canadá. Otras están asentadas jurídicamente en los Estados Unidos, China y Japón.

Actualmente estas corporaciones detentan más de 25,000 concesiones para explorar y explotar minerales en México, otorgadas por los gobiernos neoliberales [1]. Estas concesiones abarcan más de 22 millones de hectáreas; más del 11 % del territorio nacional.

Durante 2014, el gobierno de Enrique Peña Nieto promovió una reforma a la Ley Minera que permitió a grandes empresas extranjeras invadir nuestros territorios, extraer minerales e industrializarlos.

El proyecto “Sierra Norte de Veracruz” es una iniciativa de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús cuyos orígenes se remontan a 1974. Actualmente lleva adelante el proyecto un equipo formado por laicos, laicas y jesuitas que prestan sus servicios a indígenas otomíes (ñuhú), nahuas y tepehuas (masapijní), así como a comunidades mestizas.

Con el paso de los años se ha ido consolidando a través de dos vertientes: la primera es la radiofonía, representada por Radio Huayacocotla, La Voz Campesina, con diez mil watts de potencia. Sus ondas hertzianas alcanzan varias regiones de cinco estados: el sur de Tamaulipas, el norte de Veracruz, el oriente de los estados de San Luis Potosí e Hidalgo, el norte del estado de Puebla. También transmite a través de su aplicación en internet.

La segunda vertiente es el acompañamiento a organizaciones de carácter social, económico y cultural, gestionadas por las mismas comunidades, las cuales operan actualmente en el municipio otomí de Texcatepec, en la sierra norte del estado de Veracruz, y en el municipio mestizo de Xochicoatlán, en el norte del estado de Hidalgo. En este último, la comunidad de Jalamelco ha llevado adelante desde hace más de once años acciones de resistencia frente a la Compañía Minera Autlán, lo cual ha impedido la devastación medioambiental de la región.

 

La irrupción de la minería

Los miembros del equipo “Sierra Norte de Veracruz” habíamos oído hablar acerca del extractivismo y, en particular, de la explotación de las riquezas minerales de nuestro país por parte de grandes compañías extranjeras. En todo caso, los niveles de información que teníamos eran diferenciados y, en general, pobres. Esta circunstancia fue cambiando en la medida en que nos fuimos involucrando con las respuestas de las comunidades ante los hechos que enumeraremos a continuación.

En 2019 tuvimos nuestro primer encuentro directo con una empresa que pretendía llevar adelante actividades extractivas en el mismo territorio en que se asiente y opera Radio Huayacocotla.

En el mes de mayo se presentaron en la asamblea ejidal de la comunidad de Carbonero Jacales, municipio de Huayacocotla, representantes de una empresa que se identificaba como “La Victoria”. Presentaron una propuesta para iniciar trabajos de exploración con el fin confeso de rastrear posibles indicios que sugirieran la existencia de plata, plomo, zinc y cobre.

Según nuestras primeras indagaciones, la compañía en cuestión no tenía ninguna página de Internet en esos momentos. Paulatinamente pudimos averiguar que el nombre de la misteriosa empresa era “Minera La Victoria Exploración, Sociedad de Responsabilidad Limitada de Capital Variable”, con sede en las Islas Bermudas y con oficinas en nuestro país. Incluso obtuvimos el nombre de su representante legal.

En la asamblea que acabamos de mencionar, la mayoría de los ejidatarios y ejidatarias de Carbonero Jacales mostraron su rechazo a las pretensiones de los visitantes.

Quizá el motivo de esta reacción fue el hecho de que un porcentaje importante de miembros de la comunidad se dedica a extraer y comercializar el mineral no metálico llamado caolín, muy abundante en la región. Lo hacen bajo el esquema de “minería social”, relativamente controlada por ellos mismo. Por este motivo –-pensamos–  no veían bien la presencia de una empresa que pudiera competir con la comunidad.

Hay que hacer notar que los ejidatarios y ejidatarias recibieron una asesoría por parte de estudiantes de la carrera de “Ingeniería en Desarrollo Regional Sustentable”, de la Universidad para el Bienestar Benito Juárez García (UBBJ), recién fundada por el gobierno federal, con sede en la misma población.

Ese mismo mes de mayo, dos o tres personas del ejido de Tzocohuite acudieron a las instalaciones de Radio Huaya para pedir asesoría. Durante su visita narraron que se habían presentado emisarios de “una minera” y habían pedido su consentimiento para iniciar labores de exploración en su territorio. Nosotros no teníamos todavía muchos datos de lo que estaba ocurriendo para poder ayudarles significativamente.

En esos mismos días, algunos ingenieros y trabajadores administrativos de “La Victoria Exploración” solicitaron y sostuvieron una plática con el coordinador de la nueva universidad campesina. También acudió a la cita, invitada por el coordinador, una representante del nuestro equipo. Ante las propuestas extremadamente halagüeñas que presentaron los emisarios en relación con las comunidades y con la universidad misma, la representante de la radio replicó que ésta se guiaba siempre por las decisiones que se tomaban en las poblaciones.

El lunes 15 de julio de 2019 se llevó a cabo una asamblea de autoridades municipales, ejidales y comunitarias de los municipios de Huayacocotla, Zacualpan y Agua Blanca, a petición de la misma empresa. La Victoria Exploración quería informar sobre los planes que traía entre manos. También participaron funcionarios de oficinas federales de la región y un representante del gobierno del estado de Veracruz.

Los emisarios de la minera expusieron ampliamente el proyecto para localizar yacimientos de los metales ya mencionados. Explicitaron las siglas de los lotes concesionados en los que pretendían llevar a cabos sus actividades de exploración, los cuales abarcan un buen número de comunidades de los tres municipios.

A la hora de la participación de los asistentes, varias personas expresaron su temor de que las actividades de “La Victoria Exploración” fueran a contaminar el agua que utilizan las familias. También preguntaron si había inversiones de capital extranjero en esa empresa. Hubo otras intervenciones, todas desde una perspectiva crítica. Por su parte, los representantes de la empresa respondieron con evasivas, insistiendo en las supuestas bondades del proyecto.

Algunos representantes de los ejidos explicaron que en sus asambleas ejidales habían decidido no permitir la entrada de empresas mineras al territorio. También expresaron que, en una asamblea general, los ejidos habían tomado la decisión de no permitir proyectos extractivos.

Al final del encuentro todos los participantes, a mano levantada, expresaron su rechazo a los planes de la compañía minera “La Victoria” y se comprometieron a redactar actas ejidales para expresar su oposición a cualquier empresa extractiva. Al menos diez comunidades cumplieron el compromiso.

El Ayuntamiento de Huayacocotla, en sesión extraordinaria, levantó un acta de cabildo que declaró al municipio “libre de minería metálica y tóxica” e hizo constar el siguiente punto de acuerdo: “no otorgar autorizaciones de uso de suelo, de cambio de uso de suelo o de construcción para la realización de proyectos de exploración y explotación de minería metálica o tóxica en territorio veracruzano”.

 

La pertinacia empresarial

No obstante el rechazo de los ejidos, en los meses siguientes emisarios de “La Victoria Exploración” siguieron presionando para lograr un permiso de exploración por parte de las comunidades. Mantuvieron un “campamento minero” en Agua Blanca, como centro de operaciones. En tres ocasiones procuraron convencer a los ejidatarios y ejidatarias de Carbonero Jacales, pero las tres veces fueron rechazados, al grado de prohibírseles el ingreso a las asambleas. Mantuvieron la presión a base de volantes escritos no firmados y visitas de emisarios casa por casa. Incluso hicieron llegar amenazas a miembros del personal de la UBBJ “para que los dejaran trabajar”.

Por medio de la empresa Proa Comunicaciones se propusieron convencer a Radio Huaya para que apoyara el proyecto extractivista, pero se toparon con una radioemisora respetuosa de las decisiones de las comunidades. Incluso intentaron realizar labores de espionaje y convencimiento a través de emisarios falaces que se presentaron en nuestras instalaciones.

Se supo también que habían llevado a cabo perforaciones en varias partes del territorio sin autorización previa, señaladamente en la comunidad “Canalejas”.

Una hipótesis que ayuda a explicar estos hechos la proporciona la ecología política. Se trata del principio de fijación geográfica que postula que “a mayor fijación geográfica del recurso, mayor presión sobre el territorio y la sociedad local; por el contrario, a menor fijación del recurso, se busca una localización en territorios habitados por sociedades poco demandantes o en los “no lugares” (Suárez-Ruggiero 2018, 16).

En 2020 se declaró la pandemia por COVID-19 en nuestro país. Esto, naturalmente, frenó las actividades de todo orden y, seguramente, las de la corporación invasora. No fue sino hasta el avance de los meses de 2022 que se pudo minimizar la propagación y virulencia de la enfermedad.

Hay una cierta unanimidad en la región respecto a que, durante los meses que van desde 2021 hasta la fecha actual, no se ha detectado la presencia de “ingenieros” de “La Victoria Exploración”. Esto representa una primera victoria, no de la empresa, sino de las comunidades.

Por nuestra parte, mantenemos la alerta porque sabemos que, detrás del extractivismo, existen descomunales intereses económicos de inversionistas extranjeros, lo cual alimenta la probabilidad de que, después de un tiempo, reediten los proyectos que tienen sobre nuestra región.

La observación anterior tiene relación con algunos hallazgos de nuestras indagaciones, a través de los cuales constatamos la existencia de vínculos entre “La Victoria Exploración” y las empresas transnacionales Electrum Group y Hohschild México, esta última con inversiones en Argentina, Perú, Bolivia, Brasil y Sudáfrica.

Además, hay que tener en cuenta que, a pesar de la promesa electoral del gobierno federal de no conceder ulteriores concesiones mineras, estas corporaciones han encontrado algunos aliados entre las personas pertenecientes al círculo más cercano presidencial. Al parecer, la relación de estos personajes con las autoridades nacionales de la UBBJ generó varias situaciones conflictivas al interior de la misma y provocó que se suspendiera la relación con nuestro equipo, como veremos a continuación. La cuestionada construcción del Tren Maya y del Corredor Transístmico nos confirmaron acerca de las contradicciones del gobierno actual.

 

Acciones emprendidas por el equipo “Sierra Norte”

El equipo “Sierra Norte del Estado de Veracruz” se puso desde el inicio al servicio de las decisiones que tomaron las poblaciones. Esta postura se tradujo en emisiones radiofónicas explícitas sobre el tema. Además, contó significativamente la acostumbrada mirada crítica de Radio Huaya frente a la minería industrial, que se trasluce en muchos programas.

Otra respuesta remarcable de nuestro proyecto estuvo vinculada con los inicios más formales de la “Plataforma Huayacocotla-Puebla”, impulsada por nuestro equipo y la Universidad Iberoamericana, en su plantel de la ciudad de Puebla. Desde el inicio se pretendió que funcionara como un medio de apoyo y colaboración entre ambas instituciones, en el que la universidad aporta sobre todo sus recursos académicos. Durante este proceso se han sumado otras universidades jesuitas del país a estas actividades.

De hecho, al mismo tiempo que se echaba a andar el Eje Tierra y Territorio en la plataforma, se gestó una Comisión de Defensa de la Tierra y el Territorio al interior del equipo.

El mes de marzo de 2020 se llevó a cabo en la sede de la UBBJ el “Primer Taller de Análisis y Proyección de Matrices de Trabajo”, en el que participaron miembros del personal académico de la universidad, así como de nuestro equipo, de la Ibero Puebla, dos o tres alumnos y un puñado de representantes de los ejidos.

Este primer taller marcó el inicio de una investigación formal acerca de las concesiones mineras y la irrupción de La Victoria. Estas indagaciones fueron llevadas conjuntamente por los miembros de la plataforma, y se han prolongado hasta el momento de pergeñar estas notas a través del quinto taller de análisis que tuvo lugar del nueve al once de este mes de febrero.

Las circunstancias externas que afectaron la vida de la UBBJ condujeron a la expulsión del primer coordinador del plantel y otros docentes, presuntamente por haberse involucrado en estas luchas de los hombres y mujeres del campo; en particular, por su participación en el primer taller de análisis.

Otra línea de acción emprendida por nuestro equipo, encabezado por la comisión de defensa del territorio, fue una labor intensiva de información a las comunidades afectadas acerca de la existencia de concesiones mineras que penden sobre la región, circunstancia que desconocían los ejidatarios y ejidatarias. También se socializaron, en diálogo con las comunidades, los datos que habíamos recabado acerca de “La Victoria Exploración”.

Con este mismo enfoque preventivo, se emprendió una campaña de estudio de la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco, a través de talleres que se realizaron en seis localidades de Xochicoatlán, con el fin de sumar a más comunidades a la lucha de Jalamelco.

Finalmente, nuestro equipo, juntamente con las comunidades, está promoviendo la tramitación de amparos -dictados por las autoridades judiciales- para que se anulen las mencionadas concesiones. Al mismo tiempo pretendemos impulsar la formación de un frente campesino que aúne y encabece la resistencia frente a los proyectos de muerte. El desarrollo de estas iniciativas por parte de Radio Huayacocotla forma parte de nuestro compromiso con los derechos de dichas comunidades para decidir su presente y su futuro, independientemente de si la expresión de esta voluntad entra en conflicto con los intereses de la empresa.

 

Conclusiones

Las conclusiones a las que hemos llegado en el “Equipo Sierra Norte de Veracruz” son las siguientes:

1) La empresa “La Victoria Exploración” adoptó al inicio una actitud de respeto a las comunidades -en términos generales-, manifestada a través de las consultas que llevó a cabo, a tenor de la legislación vigente en el país –lo cual evoca naturalmente el Convenio 169 de la OIT, con la salvedad de que éste se refiere específicamente a comunidades indígenas-.

2) Gracias a la conjunción de varios factores, entre los que sobresale la herencia comunitaria recibida por las comunidades, la gente y las autoridades de los tres municipios adoptaron, en general, una actitud clara de rechazo al ingreso de la empresa, a través de intervenciones orales y documentos oficiales debidamente protocolizados.

3) En un momento posterior a la respuesta negativa de los ejidos, la empresa mostró una actitud irrespetuosa frente a la voluntad colectiva. Radio Huayacocotla denunció estas prácticas cuestionables por parte de la empresa.

4) Radio Huayacocotla respaldó en todo momento las decisiones comunitarias. Consideramos que esta labor constituyó un factor significativo que contribuyó a legitimar, difundir y reforzar la postura de las comunidades.

Bibliografía

Francisco Suárez y Carlos Ruggiero, “Introducción general”, en Francisco Suárez y Carlos Ruggiero, “Los conflictos ambientales en América Latina. Casos y reflexiones”, I, Prov. de Buenos Aires 2018.

[1] Las concesiones son una facultad que el gobierno federal mexicano concede a empresas para explorar y explotar, entre otras cosas, depósitos de minerales, a cambio de retribuciones en metálico por parte de las aquellas, los cuales suelen ser irrisorias. Si bien las concesiones no otorgan la propiedad del suelo o del subsuelo a la empresa, en la práctica resultan ser algo equivalente. Los espacios concesionados se nombran lotes que normalmente abarcan cientos o miles de hectáreas. La Ley Minera vigente fue concebida como una ley de “interés social”, lo cual se interpreta muchas veces de tal modo que concede la primacía a las empresas por encima de los derechos de las comunidades.

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