Oración por los adolescentes y jóvenes

Sep 15, 2022 | Discursos

Carta de la Comisión para la Pastoral Litúrgica

 

Ciudad de México, a 12 de septiembre de 2022.

ASUNTO: Oración por los adolescentes y jóvenes.

A TODOS LOS PASTORES Y FIELES DEL PUEBLO DE DIOS

Queridos hermanos y hermanas en el Señor, recordemos que, convocados por la CEM, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos en México, la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús y la Dimensión Episcopal para los laicos, continuamos con nuestras Jornadas de Oración Mensual que para este 18 de septiembre la dedicaremos para pedir “por los adolescentes y jóvenes reclutados por la delincuencia”.

En este contexto de oración y comunión, el PGP, nos recuerda el compromiso que tenemos para con nuestros adolescentes y jóvenes:

¨… Queremos expresar nuestro compromiso con cercanía, confianza y diálogo mutuo, para reconocerlos como protagonistas de una transformación social y sujetos de una nueva etapa en la evangelización en nuestras comunidades juveniles, desde un proyecto de vida, orientado hacia su propia santidad. Sabemos que muchos jóvenes de México expresan su respeto por los valores evangélicos y un gran deseo de conocer más profundamente a Cristo; que aprecian el acompañamiento cercano de sus pastores y que participan con alegría y un gran entusiasmo, pidiendo ser tomados en cuenta con responsabilidades dentro de la Iglesia (n. 38).

Que, en este mes, el estudio y profundización de la Palabra de Dios, nos sostenga en el camino de configuración con Cristo Jesús, el Verbo Encarnado, para que al participar en la mesa de la palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo” (DV n. 21; cfr. SC 56) y por intercesión de Santa María de Guadalupe, Reina y Madre de nuestra Patria, instauremos el Reino de la justicia y la paz.

Fraternalmente:

Mons. Víctor SÁNCHEZ ESPINOSA

Arzobispo de Puebla de los Ángeles

Presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica

Pbro. Lic. Emanuel VÁZQUEZ CARRILLO

Secretario Ejecutivo CEPALI

 (Este 18 de septiembre, con motivo de la intención por los adolescentes y jóvenes reclutados por el crimen organizado, invitamos al grupo juvenil de la parroquia, a leer esta carta dentro de la Santa Misa, ya sea en la homilía o antes de la bendición final) 

 Hola amigo, sé que no me conoces, y quizás en estos tiempos donde la tecnología está en la mano de todos y mandar un mensaje puede tardar a lo mucho un par de segundos, podrás decir que las cartas son ya muy de abuelos. 

Me contaron un poco de ti, del ambiente en el que vives, algo de lo que haces y, sinceramente, no vengo a juzgarte. Todo lo contrario, no me imagino todo lo que vives y lo que has vivido para llegar hasta donde hoy estás. 

Sabes, a veces a la gente nos es fácil juzgar o decir, “ay, es que tomo el camino fácil” o “es mala persona” o “de seguro así lo educaron”, pero sinceramente nadie conoce lo difícil que pudo ser para ti entrar en ese camino; si fuiste obligado o si por alguna necesidad o desesperación tomaste la decisión de entrar ahí. Porque solo el que carga con la mochila sabe el peso que trae. 

Aunque mucha gente podrá decir “pues que se salga” o “ya le ha de haber gustado”, solo tú conoces tus motivos por los cuales estas ahí, y vengo a ofrecerte mi amistad y mi experiencia de vida. 

Sé los momentos de soledad, miedo o tristeza que debes pasar, porque si yo, teniendo a gente que me quiere, experimento momentos donde me siento triste y solo, pienso que tú también sientes momentos de querer iniciar otra vida, por lo que ves, por lo que escuchas e incluso por lo que a veces te toca hacer. Y en esos momentos cuenta con nosotros. 

Pero sabes, a lo largo de mi vida he experimentado el que no siempre se está solo, puede sonar muy repetitivo, pero cuando conoces el amor de Dios te das cuenta de cómo cambia tu perspectiva de la vida. No te digo que ya cuando amas a Dios todo cambia de la noche a la mañana y que puedes salir de tus problemas a primera hora, porque no es así, pero comienzas a experimentar un amor único, que en los momentos más insignificantes de tu día a día, te vas dando cuenta de ese amor que no abandona, que NO JUZGA y que siempre te abraza: EL AMOR DE DIOS. 

Sé que piensas que ya nadie puede ayudarte, o ves imposible una salida y que en este camino que te tocó o decidiste vivir no hay alguien que quiera caminarlo contigo; sin embargo, te cuento que, a partir de hoy, no estás solo. 

En mí tienes a alguien dispuesto a acompañarte en las situaciones más difíciles, a orar por ti y escucharte cuando el mundo te dé la espalda. En Dios tienes a alguien a dispuesto a abrazarte y cambiar tu vida por completo si decides escucharlo, aceptarlo y seguirlo. Porque te ama con un amor que nadie en la tierra puede comprender. 

Te abrazo con el corazón y quiero que recuerdes que, aunque no me conozcas yo oro por ti, creo en ti y confió en que tendrás la valentía de aceptar el amor de Dios en tu vida. 

¡Nos haces falta hermano! ¡Tu bro y hermano en Cristo! 

 

Compartir: