OBRAS
Deseamos, ante todo, una conversión en nuestros propios corazones, que nos haga presentes y sensibles al Cristo sufriente que está en medio de nosotros. Nuestras comunidades desean ser más hospitalarias y más abiertas, desean aprender a vivir más profundamente en el Espíritu de Jesús, un Espíritu que da la bienvenida.