16º Foro de Derechos Humanos del SUJ

Oct 7, 2025 | Noticias

Con el propósito de generar espacios de diálogo y reflexión crítica sobre los principales desafíos en materia de derechos humanos en México, y de construir alternativas junto con diversos sectores de la sociedad, la IBERO Tijuana inauguró el 16º Foro de Derechos Humanos del Sistema Universitario Jesuita (SUJ) 2025, bajo el tema “Luces y sombras de los derechos humanos de las personas migrantes frente al nuevo gobierno”, los días 6 y 7 de octubre.

El acto fue presidido por la Mtra. Lorena Giacomán Arratia, Asistente de Educación de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús; el Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S.J., rector de la IBERO Ciudad de México–Tijuana y el TUVCH; junto a los rectores y directoras de las universidades jesuitas del país.

Las actividades del foro continuarán el 7 de octubre, fortaleciendo los lazos entre universidades, organizaciones y personas comprometidas con los derechos humanos y la justicia social, en torno a la dignidad humana y la misión compartida de transformar la realidad.

A continuación, el discurso de inauguración de la Mtra. Lorena Giacomán Arratia, asistente de educación de Jesuitas México.

 

Universidad Iberoamericana Tijuana. 6 de octubre de 2025

Buen día.

Saludo con aprecio a las autoridades que nos acompañan en el presídium —rectores, directoras y directores del Sistema Universitario Jesuita—, a las comunidades universitarias presentes, a las organizaciones de la sociedad civil, a las personas promotoras y defensoras de derechos humanos y a todas las invitadas e invitados que hoy se han hecho presentes, en especial al P. David Fernández, SJ. La participación de todos ustedes y su compromiso son, sin duda, el corazón que le da vida a este foro. Agradezco de manera especial al Mtro. Florentino Badial Hernández y a la comunidad de la Universidad Iberoamericana Tijuana por su valioso trabajo y generosa dedicación para hacer posible este encuentro.

Hoy nos reúne Tijuana, ciudad que es frontera y punto de encuentro, lugar de tránsito y de sueños en movimiento. Desde aquí abrimos el décimo sexto Foro de Derechos Humanos del Sistema Universitario Jesuita, que nos convoca a mirar con atención las “Luces y sombras de los derechos de las personas migrantes frente al nuevo gobierno.”

 

Como universidades de la Compañía de Jesús, este foro es una de nuestras plataformas de discernimiento colectivo, donde venimos a dialogar sobre derechos humanos y a dejarnos interpelar por la realidad, preguntándonos como comunidad universitaria cuál es nuestra responsabilidad y qué pasos estamos llamadas y llamados a dar para transformar esa realidad.

El fenómeno migratorio no es sólo un tema en la agenda política ni un apartado en los informes internacionales: es uno de los grandes signos de nuestro tiempo. Son millones de personas que, obligadas por la violencia, la pobreza o la falta de oportunidades, dejan atrás sus hogares buscando condiciones de vida dignas y seguras. En la franja norte de México esta realidad es visible, cotidiana y urgente: basta caminar unas cuadras de esta sede para encontrar albergues improvisados, familias en espera de cruzar, rostros marcados por el cansancio y a pesar de todo, sostenidos por la esperanza. No se trata sólo de cifras ni de conceptos abstractos: son rostros concretos, son niñas y niños que sueñan con una escuela segura, madres que huyen de la violencia, jóvenes que buscan trabajo y comunidades enteras que resisten el despojo de su tierra. Son historias de resiliencia y de fe que nos reclaman mirar con compasión y actuar con justicia. La frontera es un espejo que revela nuestras contradicciones y nos exige transformar las estructuras que generan exclusión e injusticia.

Hoy nos convoca este foro que se propone como un espacio de diálogo profundo y crítico sobre la migración, una de las realidades más urgentes y estratégicas para México y para el mudo. Es también un lugar de reflexión colectiva, en el que diversas voces y saberes se entrelazan para proponer alternativas que respondan a la urgencia de este momento. La relevancia de reunirnos aquí está en que México es hoy un país de origen, tránsito, destino y retorno de personas migrantes; un punto neurálgico donde se ponen a prueba las políticas públicas, el compromiso social y la capacidad de construir respuestas que pongan en el centro la dignidad humana.

En este espacio fortalecemos lazos con quienes comparten nuestra preocupación —instituciones, asociaciones, comunidades y colectivos— porque estamos convencidas y convencidos de que nadie se salva solo. En este encuentro buscamos renovar la misión de nuestras universidades jesuitas: estar al lado de quienes son más vulnerados, acompañar sus luchas y comprometernos con la transformación de las estructuras que generan dolor e injusticia.

Así también respondemos a la invitación de las Preferencias Apostólicas Universales, que nos llaman a caminar con las personas excluidas, a mostrar con hechos que la reconciliación y la justicia son posibles, y a acompañar a las juventudes en sus búsquedas. Las preferencias Apostólicas son un horizonte que orienta nuestras decisiones y prioridades, y nos recuerdan que la misión de la Compañía de Jesús en la educación universitaria se nutre de un compromiso profundo con la justicia, la reconciliación y la esperanza.
Dejemos que este foro nos interpele. Que estos dos días sean una oportunidad para ver la realidad con ojos abiertos, discernir con el corazón encendido y actuar con manos comprometidas. Que la reflexión colectiva de estudiantes, personas defensoras de derechos humanos, académicas y académicos y sociedad civil se convierta en propuestas concretas que encaminen la agenda pública hacia un futuro más humano y más justo. Si al final de este encuentro salimos con nuevas alianzas, proyectos y compromisos que protejan y promuevan la dignidad de las personas migrantes y de los pueblos originarios, habremos honrado la herencia de Tata Vasco y la misión que compartimos.

En México, la Compañía de Jesús ha asumido como parte esencial de su misión acompañar a las personas migrantes a través del Servicio Jesuita a Refugiados México, albergues, centros de derechos humanos, redes de incidencia y por supuesto de sus Universidades por medio de instancias como la Comisión Sistémica con Migrantes. Su compromiso ha sido estar al lado de quienes más sufren el desarraigo y la exclusión, por ello, celebramos con gozo que el Premio Tata Vasco 2025 sea otorgado a la Asamblea Estatal de Pueblos y Comunidades Indígenas de Baja California. Su trabajo valiente por abrir caminos de trato digno y justo para las comunidades indígenas en esta región fronteriza es un signo luminoso de esperanza. Esta Asamblea nos recuerda que no hay defensa de derechos humanos sin defensa de la cultura, la lengua, el territorio y la memoria de los pueblos originarios. Hoy, al reconocerles, también renovamos nuestro compromiso: no basta con aplaudir su lucha, es necesario caminar a su lado, aprender de su sabiduría comunitaria y poner nuestros recursos académicos, técnicos y humanos al servicio de su causa. La estatuilla que entregamos no es sólo un símbolo; es un testimonio de corresponsabilidad y un puente para seguir trabajando juntas y juntos.

Que el Dios de la vida, que acompaña a cada persona en su éxodo, nos conceda lucidez, fortaleza y ternura para seguir construyendo juntos la Sociedad de Derechos que soñamos y que estamos llamadas y llamados a hacer posible.

¡Muchas gracias! Bienvenidas y bienvenidos.

Mtra. Lorena Giacomán Arratia, Asistente de Educación