La Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús agradece las múltiples condolencias y muestras de cariño tras el fallecimiento de nuestro hermano jesuita, Pedro Ignacio Rovalo Azcué, S.J., el pasado lunes 26 de marzo. Compartimos el dolor con sus familiares.
El padre Rovalo fue un notable liturgista quien, entre otras importantes labores, ayudó a adaptar e implementar en México las reformas que emanaron del Concilio Vaticano II.
Fue asesor de obispos para hacer la transferencia de la liturgia de la misa en latín al español, colaboró en la casa editorial jesuita Buena Prensa editando, corrigiendo los rituales en los misales, las normas litúrgicas, y no sólo las adaptó al español, sino que ayudó a introducir la música en las celebraciones religiosas.
La Arquidiócesis de México y la Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEPALI) emitieron sendos comunicados.
«Las contribuciones del P. Pedro Ignacio incluyen la colaboración en las ediciones mexicanas de los libros litúrgicos postconciliares, formando parte del equipo de peritos de esta Comisión Episcopal; además organizando y colaborando en los Encuentros nacionales de las comisiones diocesanas para la pastoral litúrgica, promoviendo el estudio de la ciencia litúrgica especialmente a través de la revista Actualidad Litúrgica, boletín oficial para promover y actuar la reforma litúrgica, en la cual no solo colaboró sino que fue director durante 32 años; también en el Secretariado nacional y la Dimensión Episcopal de Liturgia de la CEM, como consultor de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y fungiendo como maestro de las celebraciones litúrgicas en las asambleas plenarias de la Conferencia Episcopal durante 32 años, así como durante dos de las visitas de S. S. san Juan Pablo II a México, entre tantas otras obras a favor de la Iglesia mexicana», señala en un comunicado la CEPALI.
Por su parte el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME) destacó los años de servicio de nuestro hermano jesuita:
«La Iglesia en México está de luto tras el fallecimiento, a los 88 años de edad, de uno de los más grandes liturgistas que ha tenido este país (…) Entre otras cosas, el P. Pedro Ignacio Rovalo también fue perito consultor de la Congregación del Culto Divino para México» y el SIAME agrega que «fue responsable del Secretariado de Liturgia del Episcopado Mexicano antes que se conformaran las nuevas estructuras, por lo que a él se le debe el cuidado de la liturgia de dos de las visitas que realizó el Papa Juan Pablo II a nuestro país».
Ante su destacada labor recibió dos importantes reconocimientos en el 2016. Por parte de la CEM le fue otorgada la presea ‘San Rafael Guízar y Valencia’, «por sus valiosos servicios a la iglesia y a la sociedad en México».
El otro de la Universidad Pontificia, de manos del Cardenal Norberto Rivera (Vice Gran Canciller de la Universidad), con la medalla «Alonso de la Veracruz».
