Nuestra Misión
¿Quiénes somos?
Los Compañeros de Jesús, somos conocidos como jesuitas, pertenecemos a una de las órdenes católicas más grandes en la actualidad. Fuimos fundados por San Ignacio de Loyola en 1540, nacimos de un grupo de universitarios en París. Entre los primeros compañeros están San Francisco Xavier y San Pedro Fabro.
Encontramos nuestra identidad no solos, sino en compañía: en compañía con el Señor. Él es la imagen que está en el corazón mismo de la existencia de cada jesuita.
Somos ‘Hombres de Frontera’, dispuestos a estar en aquellos lugares donde hay situaciones de injusticia, donde otros no pueden o no quieren estar, donde se puede hacer un bien más universal.
Somos pobres y letrados, y queremos responder a las necesidades de nuestro mundo, al desafío de la cruz. Nuestra misión es al “servicio de la fe y promoción de la justicia”.
Tenemos un compromiso con el diálogo con las culturas y las religiones. Somos Compañeros de Jesús, amigos para la misión, y estamos al servicio de su Iglesia, puestos a las órdenes del Papa a través de un cuarto voto, que nos hace disponibles para la misión a la Mayor Gloria de Dios.
Siguiendo a Jesús, nos sentimos llamados no sólo a llevar ayuda directa a la gente que sufre, sino también a restaurar a las personas en su integridad, reincorporándolas a la comunidad y reconciliándolas con Dios. Ello exige muchas veces un compromiso a largo plazo, ya sea en la educación de los jóvenes, en el acompañamiento espiritual de los Ejercicios Espirituales, en el trabajo intelectual o en el servicio a migrantes y refugiados.
Esta es la manera como intentamos ofrecernos totalmente a Dios, para su servicio, ayudados por la gracia y desplegando todas las competencias profesionales que tengamos.
¿Qué hacemos?
Gracias a la aprobación del Papa Paulo III en 1540, en una época caracterizada por un conflicto dentro de la Iglesia a partir de la Reforma Protestante y una expansión de las fronteras geográficas y una revolución en el campo del conocimiento y las letras, la Compañía de Jesús vio la luz de la mano de San Ignacio de Loyola, su fundador.
La Compañía de Jesús dio una respuesta positiva al momento histórico que atravesaba con las siguientes propuestas:
a) Servicio al pueblo cristiano en la defensa y promoción de la fe:
La Reforma Protestante ayudó a la Iglesia a tomar conciencia del terrible estado de abandono espiritual del pueblo cristiano.
Los primeros jesuitas se dedicaron a los ministerios sacerdotales más tradicionales, combinados con nuevas iniciativas y estrategias pastorales:
- Los Ejercicios Espirituales.
- Las misiones populares.
- Las Congregaciones Marianas: asociaciones de laicos con apostolados diversos.
El uso del teatro en la predicación, liturgia y catequesis.


b) Propagación de la fe en las misiones:
La Compañía se hizo presente en la tarea de llevar la fe a los territorios de misión. Al aceptar la ambigüedad y el riesgo de unirse al esfuerzo expansionista de los grandes imperios de la época (España y Portugal), los jesuitas recorrieron los nuevos mundos que se abren a la actividad misionera de la Iglesia.
c) La educación de la juventud:
El apostolado de la educación de la juventud ocupó las energías de la mayoría de los jesuitas a lo largo de la historia. De la experiencia de los jesuitas en la educación surge la “Radio Studiorum” (Orden de los Estudios), método pedagógico de gran valor. Este conjunto de normas y estrategias pedagógicas fomentó la formación integral del hombre cristiano en armonía con la fe y la cultura humanista de aquel tiempo.


d) Aporte en el campo de la ciencia y de la cultura:
Los jesuitas tomaron parte activa en la renovación teológica suscitada por la Reforma Protestante.
El deseo de llevar la fe a todos los campos del esfuerzo humano lleva a los jesuitas a dedicarse a las ciencias y al arte. Hubo entre ellos notables astrónomos y matemáticos y sus contribuciones a las doctrinas jurídicas fueron importantes.
Los jesuitas de hoy beben de ese mismo río, que nació con su fundador, Ignacio de Loyola, quien proponía “encontrar a Dios en todas las cosas”. Los últimos documentos oficiales la Compañía de Jesús en 2008 usan palabras como globalización, pobreza, sida, migración, derechos humanos, diálogo interreligioso o postmodernidad.