Jesuitas apuestan por la paz mediante reconstrucción del tejido social: semanario Proceso

Mar 12, 2018 | Noticias, Uncategorized

El semanario Proceso, uno de los más importantes de México, mediante una nota en su versión impresa, destacó la labor que realiza el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS), Jesuitas por la Paz, en la reconstrucción del tejido social.

A continuación reproducimos un fragmento del artículo publicado en Proceso y firmado por el periodista, Rodrigo Vera:

Jesuitas por la Paz: “La violencia no se resuelve con armas ni con dinero”

El Centro de Investigación y Acción Social (CIAS), Jesuitas por la Paz, es un programa de la Compañía de Jesús –al igual que su Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro (Centro Pro)- cuyo objetivo específico es incidir a nivel nacional a fin de reducir los altísimos índices de violencia. Para conseguirlo, se plantea trabajar con gobiernos municipales, universidades, organizaciones de civiles y el episcopado mexicano.

El jesuita Jorge González Candia, coordinador nacional del programa, expone:

“El programa mismo representa una crítica a las políticas de mano dura y de militarización que, lejos de solucionar el problema de la violencia, lo están agudizando cada vez más; sólo han logrado reproducir los grupos delictivos, aumentar los delitos y saturar las prisiones. Han sido políticas contraproducentes. La violencia no se resuelve ni con las armas ni con dinero, porque tiene una naturaleza muy distinta; es en el fondo un problema de fragmentación social de muchas comunidades del país”.

Entrevistado en las oficinas centrales de Jesuitas por la Paz, instaladas temporalmente en el Centro Pro, el religioso precisa:

“El objetivo principal de nuestro programa es precisamente rehacer los vínculos comunitarios de las poblaciones afectadas por la violencia, mediante la capacitación de los actores locales en el mejoramiento de su convivencia. Y estamos trabajando únicamente en la base, a nivel de municipios”.

-¿El narcotráfico y la guerra contra los cárteles está ocasionando esta fragmentación en las comunidades?

-El problema es todavía más complejo, va más allá de la guerra contra los cárteles. Tiene que ver también con causas estructurales y culturales, como el creciente individualismo que ha venido desplazando al sentido comunitario, o con los referentes de poder que tenemos, ligados al autoritarismo, la corrupción y la imposición. Todo esto desvincula  a las comunidades, acentuando la violencia. Nosotros atendemos estas causas.

-Algunos proyectos de la Iglesia, encaminados a lograr la paz, le dan énfasis a la reconciliación entre víctimas y victimarios, al diálogo con grupos delictivos. ¿Los jesuitas están haciendo lo mismo?

-No, ese no es nuestro foco principal, sino rehacer vínculos. En nuestro acompañamiento a las comunidades nunca hacemos la distinción entre quienes son las víctimas y quienes los victimarios, pues atendemos todo el entorno social; el familiar, el vecinal, etcétera. Esto propicia el diálogo y hace que quien comete un delito lo reconozca, y a su vez que la comunidad lo reintegre a la vida social.

“Todos nos necesitamos, todos somos importantes. Pero claro, se necesita reconocer los daños y a partir de ahí generar un proceso de sanación de la comunidad. Todo esto ayuda tanto a las víctimas como a los victimarios. Así, esta cuestión la abordamos de manera sistémica, creando las condiciones para la reinserción.

“Jesuitas por la Paz es una nueva obra de la Compañía de Jesús, por lo que tiene una figura jurídica, una administración, un financiamiento, una planeación y un objetivo propio. Toda obra de la Compañía tiene un aporte específico a la sociedad”.

La amnistía

Sobre el avance del nuevo programa, González Candia especifica: “Por lo pronto ya abrimos oficinas en siete comunidades: tres están en Michoacán, una en Coahuila, dos en Chiapas y una en Guanajuato. Cada oficina cuenta con un equipo de seis personas. Ahí ya trabajamos en procesos de reconstrucción”.

(Con información de Proceso)

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